La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que el fiel, debidamente dispuesto y bajo determinadas condiciones, adquiere por intervención de la Iglesia, la cual, como ministra de la redención, autoritativamente dispensa y aplica el tesoro de las satisfacciones de N. S. Jesucristo, de la B. V. María y de los Santos.
La Penitenciaría Apostólica es el Dicasterio de la Curia Romana al que le corresponde la concesión de las indulgencias.